El CBD o Cannabidiol es una sustancia química elaborada a partir de la planta de “Cannabis Sativa” y está específicamente fabricado para el tratamiento de convulsiones y otras enfermedades en Estados Unidos. A lo largo de este artículo te explicaremos todo lo que debes saber acerca de este medicamento.
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¿Para qué sirve el CBD?
Normalmente este medicamento se encuentra en varias presentaciones o en formato de sensi seeds (semillas de cannabis) y es utilizado mayormente como suplemento alimenticio y como tratamiento farmacológico para:
- Alivio de dolores crónicos.
- Inflamación en vías cutáneas o intestinales como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.
- Dermatitis, acné y psoriasis.
- Artritis y otras enfermedades inflamatorias autoinmunes.
- Tumores cerebrales, melanomas, carcinomas cutáneos.
- Demencia, Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple y accidentes cerebrovascular.
- Cáncer de mama, de hígado, del páncreas y de próstata.
- Diabetes y obesidad.
- Problemas cardiovasculares.
- Tratamiento paliativo a las quimioterapias.
Además de lo anterior, puede recomendarse también para la depresión, el estrés, la ansiedad o ataques de pánico. Así como para el autismo, esquizofrenia, TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad), alcoholismo, el trastorno por estrés postraumático y el Trastorno convulsivo (epilepsia).
Cabe destacar que, su uso mayoritario es el último trastorno, sobre todo para convulsiones originadas por el Síndrome de Lennox-Gastau, el Síndrome de Dravet o por esclerosis tuberosa.
Beneficios de CBD
A pesar de que no se conocen aún todas las ventajas que ofrece el consumo de Cannabidol, las propiedades de las que hasta ahora se tiene evidencia son: analgésicas, neuroprotectoras, antiinflamatorias, antipsicóticas, ansiolíticas, anticonvulsionantes y antitumorales.
Presentaciones del CBD que existen para el consumo
Existen varias presentaciones del Cannabidol, tales como: Aceites, suplementos, cremas, alimentos e incluso flores.
Aceites de CBD
Los aceites de CBD pueden ser ingeridos por vía oral por medio de cápsulas o aplicarse como si de una crema se tratase. Estos tipos de aceite se pueden encontrar en diferentes formatos:
Aceites de CBD con aceites vegetales
Son los más económicos y prácticos, debido a que su adaptabilidad al consumo es de un 100%. En su mayoría, sus aceites vegetales complementarios son el de cáñamo y el de oliva.
Sus desventajas son que su vida útil es bastante corta, ya que es completamente natural. Además, su nivel de concentración de Cannabidol no es tan alto.
Aceites de CBD con CO2
Estos aceites son de gran calidad, puesto que se concentran mucho los componentes naturales por lo que es poco probable que tengas elemento químicos tóxicos y dañinos para el ser humano. Normalmente este es el más usado de manera terapéutica.
Aceites de CBD con disolvente líquido
También son baratos y prácticos, pero tienen algunas desventajas: son muy inflamables y durante su extracción se destruyen los componentes beneficiosos para la salud.
Suplementos de CBD
Se presentan como cápsulas y pastillas donde los ingredientes activos del cannabis se disuelven el alcohol u otros solventes. Pueden encontrarse en presentaciones de 15 mg y de 20 mg en cajas de 60 cápsulas.
Cremas de CBD
Se presentan como lociones, pomadas, ungüentos o bálsamos que tienen extractos de cannabis y su aplicación en solamente tópica, ya que trata dolores, afecciones, inflamaciones e infecciones de la piel.
Alimentos con CBD
Son presentados a través de alimentos que se cocinan con aceite de cannabis, mantequilla clarificada o ghee. También se puede consumir a través de bebidas.
La última manera es a través del uso de las flores de cannabis ricas en CBD a través de la inhalación por vaporización o fumándolas.