Tanto la medicina natural como la medicina convencional existen y se practican desde hace siglos, pero siempre han estado envueltas en un debate sobre cuál de ellas es mejor o cuál debe predominar sobre la otra. Lo cierto es que la respuesta a estas preguntas es más una decisión personal que algo que se pueda imponer como verdad absoluta. Cada persona tiene unas preferencias diferentes: hay personas que no confían en la medicina convencional y prefieren recurrir a remedios tradicionales, como también hay otras personas que no creen que los remedios naturales sean verdaderamente eficaces y recurren a los medicamentos convencionales. En cualquier caso, siempre hay que evitar la automedicación, sea cual sea la modalidad de medicina escogida.
Siempre ha existido controversia sobre los beneficios y las contraindicaciones de la medicina natural y la medicina convencional, y es muy posible que este debate siga existiendo. Desde mi punto de vista, ambas medicinas son complementarias y es válido utilizar ambas, no son excluyentes entre sí. De hecho ambas formas de medicina están estrechamente relacionadas, ya que la mayoría de los principios activos que se utilizan en los medicamentos modernos tienen su origen en las plantas, aunque actualmente se obtienen mediante síntesis controladas en los laboratorios farmacéuticos.
A continuación hablaremos sobre cada una de ellas de una forma más detallada, para que puedas decidir con fundamentos qué modalidad de medicina te parece mejor.
Medicina natural
La medicina natural, también conocida como medicina tradicional, medicina alternativa o naturopatía, es una opción válida para tratar una amplia gama de dolencias mediante el uso de remedios naturales. Una de las principales ventajas que argumentan sus defensores es que puedes utilizar recursos propios o de fácil acceso para tratar enfermedades comunes sin recurrir a medicamentos modernos. Muchas plantas, frutas y hierbas son utilizadas para elaborar remedios naturales que son eficaces debido sus propiedades medicinales y curativas. En definitiva, la medicina natural se basa en la tradición y en el conocimiento de los remedios naturales para tratar las enfermedades.
En algunas ocasiones, también se practican técnicas de respiración para calmar dolores dentro del marco de la medicina natural, ya que uno de los principios de esta modalidad de medicina consiste en estar completamente seguro de que lo que se utilice como remedio no va a producir daños en otra parte del organismo, como sucede a veces con la medicina convencional. La parte negativa es que hay que ser muy constante aplicando los tratamientos para conseguir la efectividad deseada.
Medicina convencional
Desde el punto de vista de la ciencia médica, se puede decir que la medicina convencional le lleva una gran ventaja a la medicina natural. Muchas enfermedades que antiguamente no tenían cura y eran potencialmente mortales han podido controlarse e incluso erradicarse gracias a los avances científicos realizados, que han permitido desarrollar nuevos tratamientos, fármacos y vacunas. Este hecho constituye un mérito innegable para la medicina convencional, al que todos debemos estar agradecidos. Además, la ciencia médica se enfrenta cada día a grandes retos frente a los que la medicina natural no tiene nada que aportar.
De hecho, la medicina convencional está en constante desarrollo y evolución, mientras que la medicina natural se basa en la tradición. Esta puede ser quizás la principal y mayor diferencia entre ambas. Siempre que la ciencia y la tecnología avancen, la medicina convencional continuará evolucionando y será cada vez más efectiva para tratar enfermedades, incluso aquellas que hoy en día son mortales. Es verdad que recurrir a ciertos tratamientos y medicamentos puede resultar caro en ocasiones y no todas las personas cuentan con los recursos necesarios. Es uno de los problemas que la sociedad tendrá que resolver.