En los últimos años, hemos presenciado un crecimiento acelerado de la minería Bitcoin, porque es una manera de generar rentabilidad con la moneda digital.
Sin embargo, a medida que más personas apuestan por la minería adquiriendo supercomputadoras, la preocupación de los gobiernos y entidades en contra de la contaminación ambiental crece y hacen notar su voz en todos los medios.
La pregunta que nos trae a discusión es la siguiente: ¿Cuánta energía consume minar Bitcoin?
No es fácil de responder, ya que no se puede saber a ciencia cierta cuántas computadoras en el planeta hay minando BTC, pero sí hay estudios que nos ayudarán a darte a una respuesta, que seguro te dejará impresionado.
¿Cuánta electricidad consume minar Bitcoin?
En los últimos años, el clima ha desempeñado un papel importante en la supervivencia de numerosos proyectos y la audiencia siempre lo tiene en consideración cuando quieren aprobar, o desaprobar, cosas novedosas que se ponen de moda. Para Bitcoin, y el resto de las criptomonedas, no es la excepción.
Y es que mientras millones de personas quieren hacerse con Bitcoin minando monedas, la nube oscura de CO₂ se posa sobre nosotros, porque para minar se necesita gastar mucha, pero mucha, energía en ordenadores que resuelvan los acertijos aritméticos.
Para poner perspectiva al asunto: el problema no es que una persona común y corriente decida comprar una computadora para minar y la deje encendida trabajando, sino que hay infraestructuras enteras de supercomputadoras, llamadas granjas de minería Bitcoin, que trabajan las 24 horas del día aprobando transacciones y, cómo no, gastando con electricidad.
Eso te da una idea de la potencia informática que se requiere en la minería Bitcoin. Que, vale la pena mencionar, no es la única moneda que utiliza la prueba de trabajo para computar los bloques en la cadena.
Pero, a lo que vinimos: ¿cuánta energía consume minar Bitcoin?
Una estimación realizada en el año 2020 situó la cifra de ‘consumo mínimo de electricidad proveniente de la minería Bitcoin’ en 56.79 teravatios hora por año. Mientras que, el consumo máximo global de electricidad de la minería Bitcoin, se ubicó en 73,12 teravatios hora por año. Recordemos que ambas son estimaciones.
En el año 2018, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) calculó la electricidad gastada en minería Bitcoin alrededor de 46 teravatios hora por año a nivel mundial.
Desde entonces, el furor por la criptomoneda creada por Satoshi Nakamoto se multiplicó en niveles insospechados –en parte gracias a las constantes fluctuaciones que alimentan el hambre de los inversores– y eso la Universidad de Cambridge lo dejó claro en otoño de 2021 con una estimación del consumo de energía de 121 teravatios hora por año. Una cifra impresionante.
Para hacer una comparación, en caso de que las estimaciones no te digan nada, solo 30 países consumen más energía que la minería Bitcoin.
Países como Holanda, Austria o Bélgica consumen menos. Estamos hablando de poblaciones de millones de personas que prenden sus calefacciones, miran televisión, están conectados a Internet, cocinan, usan sus electrodomésticos y encienden los bombillos de sus hogares.
¿Por qué la minería Bitcoin consume tanta energía?
Después de lo anterior, tu mente debe estar dando vueltas alrededor de una pregunta: ¿a qué se debe tanto consumo de electricidad?
Bitcoin es un instrumento de pago e inversión. Puedes realizar operaciones financieras y comerciales con ellas: transferir a otros monederos, comprar productos o contratar servicios.
Hay páginas, como bitcoin 360 ai, donde puedes negociar con la criptodivisa y generar rentabilidad a través de estrategias comprobadas y herramientas personalizadas.
Sin embargo, el músculo mayor de Bitcoin es la minería. Minar es, básicamente, aprobar y verificar las transacciones en la cadena de bloques. Recordemos que la divisa es descentralizada, por lo que ninguna entidad financiera o gubernamental ejerce de regulador. Para asegurar y certificar las transacciones están los mineros de la red.
Este proceso de minería no es tan sencillo que digamos. Se requiere resolver complejos acertijos matemáticos que solo las computadoras hacen posible.
Y ahí está la respuesta: los ordenadores trabajan día sí y día también en aprobar transacciones y agregar bloques a la cadena. A cambio, el sistema los recompensa con Bitcoins, que es el principal atractivo de la minería, más allá de la relevancia criptográfica.
Ahora imagina cientos y miles de supercomputadoras usando capacidad informática, procesando datos criptográficos y resolviendo secuencias de números al mismo tiempo.
Y no es algo lineal.
El furor por Bitcoin está aumentando. Hay más personas que desean ganar BTC y se unen a la red de mineros, por lo que el consumo se dispara. También que la dificultad sube cada año, así que los ordenadores para minar Bitcoin deben trabajar más tiempo.
Finalmente, a muchos expertos les preocupa el origen de la energía. Para ponernos en situación, el 60% de la energía invertida en Bitcoin proviene de China, cuya fuente principal de electricidad se origina del combustible fósil, que se traduce en CO₂.
¿Bitcoin se está volviendo ecológico?
Si bien el panorama energético de la minería Bitcoin no es nada alentadora, también hay que hablar sobre los esfuerzos que se están haciendo en virtud de reducir la huella de carbono de Bitcoin.
Por ejemplo, la Universidad de Cambridge reveló un estudio donde se estimaba que el 40% de la energía utilizada en Bitcoin provenía de fuentes renovables, como energía hidroeléctrica.
Por otro lado, China está tomando cartas en el asunto y cerró una de las granjas mineras de carbón más grande del país, ubicada en Mongolia.
A lo anterior hay que sumarle los intentos de transformar la minería Bitcoin en un sistema verde, sustituyendo el quemado de combustible por alternativas ecológicas, como fuentes de energía eólica, que es barata y amigable con el medio ambiente.