Un nuevo estudio desarrollado por científicos del Centro Helénico de Investigación Marina (HCMR), Grecia, reveló que más de 3.760 toneladas de desechos plásticos flotan actualmente en el mar Mediterráneo.
Rastreo de los plásticos
El HCMR es una organización gubernamental encargada de realizar investigaciones y experimentos científicos en los campos de estudio y protección de la hidrosfera, sus organismos y su interacción con la atmósfera, las costas y el fondo marino.
En esta oportunidad, emplearon un modelo para rastrear las rutas y el destino final de los plásticos durante el período de 2010 a 2017. Rastrearon plásticos de fuentes terrestres como ríos y ciudades costeras e identificaron patrones potenciales de acumulación de microplásticos y macroplásticos en el fondo marino y en las playas.
Los resultados evidencian la gran problemática de contaminación marina. Anualmente, 17.600 toneladas de plástico ingresan al Mediterráneo, de las cuales 3.760 toneladas flotan en el mar. Del total, el 84 % termina en las playas y el 16 % restante en el fondo del mar.
Microplásticos y macroplásticos
Los pellets de plástico, también conocidos como nurdles, son los microplásticos comúnmente encontrados en el fondo del mar. Estas pequeñas esferas, de menos de 5 mm, provienen de la preproducción de casi todos los productos de plástico, desde botellas de refresco hasta oleoductos.
La contaminación por pellets de plástico en el Mediterráneo ha sido abordada en producciones audiovisuales que buscan crear conciencia de la gravedad del problema. El website cinematográfico LateNightStreaming destacó el documental #ChasingPellets, desarrollado por las entidades Surfrider Foundation Europe y Good Karma Projects. Este proyecto audiovisual visibiliza los resultados de una expedición científica de 10 días entre Tarragona y las Islas Baleares, confirmando la problemática de contaminación por pellets de más de 40 años en el Mediterráneo.
Durante la expedición hallaron cerca de 6.250 pellets por m2 en la playa de la Cavalleria, ubicada en la zona Norte de Menorca, España. En 2019, encontraron hasta 120 millones de pellets en la playa La Pineda. Estos residuos representan un peligro para el medio ambiente, así como la vida animal, flora y reservas naturales.
Por otro lado, los macroplásticos, como las bolsas y la espuma de poliestireno, suelen flotar sobre la superficie del mar. “Pueden flotar durante períodos de tiempo más largos y viajar largas distancias desde sus fuentes”, comentó un experto del HCMR.
Ante ello, la Comisión Europea, organismo encargado de proponer nuevas leyes y políticas en la UE, está evaluando la posibilidad de adoptar una legislación para regular las prácticas de toda la cadena de suministro de los pellets de plástico y los macroplásticos.