A través del proyecto CanBIO, investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria desarrollan una red de mediciones de dióxido de carbono (CO2) en el mar, para estudiar el efecto del cambio climático
El equipo de investigación QUIMA de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) ha puesto en marcha una red de medición de dióxido de carbono (CO2) en el océano. Gracias a los datos que se recogen, España logra formar parte de la red ICOS, el Sistema Integrado de Observación de Carbono, en el que participan una docena de países europeos.
Con esta iniciativa denominada CanOA y en el marco del Proyecto CanBio, que reúne diferentes investigaciones centradas en los efectos del cambio climático, el equipo se dispone a monitorizar la absorción de dióxido de carbono por el océano y su impacto en la acidez del agua de mar. Esto es posible gracias al apoyo del Gobierno de Canarias y Loro Parque Fundación, que financian el proyecto CanBio y al convenio CARBOCAN, subvencionado por la Consejería de Transición Ecológica. Así, Canarias juega un papel fundamental en la investigación marina al aportar dos estaciones de medición oceánicas a la red europea.
CanOA cuenta con líneas voluntarias de observación (VOS), que son barcos convencionales que se ofrecen de forma desinteresada para ser equipados con sensores de recogida de datos. Por un lado, el buque Renate P, de la compañía Nisa Marítima, mide el CO2 en un recorrido que va desde Canarias hasta Barcelona. Al tener un sistema automático y autónomo controlado por ordenador, evita tomar medidas cuando atraca en puertos, dado que las condiciones que se dan son distintas. Por otro lado, Fred Olsen, que colabora con este proyecto, pone a disposición el barco Bechinjigua Express que también recoge datos en los diversos trayectos que realiza entre Tenerife, La Gomera y La Palma.
Los buques hacen una medición en movimiento, que se complementa con sistemas implementados en boyas que trabajan en un punto fijo y envían datos a diario a los investigadores de la ULPGC, Melchor González, Magdalena Santana y Aridane González. En este caso hay una boya ubicada en Gando, Gran Canaria, y otra que será puesta en El Hierro en los próximos días. La recogida de datos aún no permite sacar conclusiones claras, “con casi un año que lleva fondeada la boya de Gando, no podemos decir aún cuál es la tendencia, pero sí es clara ya su variación estacional”, afirma Magdalena Santana.
Según indica Melchor González gracias a estos “datos y tendencias que nosotros obtenemos y ofrecemos”, los dirigentes políticos “podrán aplicar restricciones de emisiones de CO2”, destacó. ”Conocer estos datos es esencial para actuar a tiempo”, ya que el exceso de este gas puede causar daños a la naturaleza.
Sobre CanBio
CanBio es un programa de investigación medioambiental financiado en partes iguales por el Gobierno de Canarias y Loro Parque con dos millones de euros, que se invertirán para estudiar durante los próximos 4 años, el cambio climático en el mar y la acidificación oceánica y sus efectos en la biodiversidad marina de Canarias y la Macaronesia. Asimismo, en el proyecto participan diferentes grupos de investigación de la Universidad de La Laguna y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, además de otros colectivos de voluntariado ambiental.
Foto 1: El buque Renate P en el muelle de Las Palmas de Gran Canaria para la revisión del equipo. Foto: Diego Brito González
Foto 2: Benchijigua Express, ofrecido por Fred. Olsen Express. Foto: Fred. Olsen Express
Foto 3: Melchor González y Magdalena Santana junto a la boya Ula que será fondeada en El Hierro en los próximos días. Foto: Alexandra Smith
Fuente Comunicae