
En las últimas décadas los gobiernos de los países más desarrollados han ido tomando cartas en el asunto, promoviendo y emitiendo legislaciones que limiten la emisión de contaminantes; así como pactos internacionales para reducir el daño que la actividad humana provoca en el planeta.
En 1992 en Nueva York tuvo lugar la Convención Marco de las Naciones Unidas, para intentar resolver la problemática medioambiental; sobretodo, contra el cambio climático. El acuerdo más famoso es el Protocolo de Kyoto, que tuvo lugar en diciembre de 1997 con objeto de reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero por parte de los países más industrializados. De este tratado hablaremos con mayor detalle en posteriores ocasiones.
Entonces, ¿todo es asunto de los gobiernos?
Absolutamente no. Todos y cada uno de nosotros podemos poner nuestro granito de arena en contra del deterioro del medio ambiente, adoptando un estilo de vida respetuoso con el planeta y con los recursos que éste nos ofrece, realizando pequeñas acciones en nuestro día a día. Iremos viendo con detalle este aspecto según vayamos publicando contenidos en el blog.
Lo que tiene que quedar claro es que el deterioro del medio ambiente es algo que nos perjudica a todos y está en nuestras manos evitarlo.