En esta publicación explicamos qué son los residuos peligrosos, cuántos tipos existen, cómo se clasifican, algunos ejemplos y cómo es su respectivo tratamiento.
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Qué son los residuos peligrosos
Los residuos peligrosos son un conjunto de materiales y productos con características y propiedades que representan un riesgo para la salud humana, las infraestructuras y el medio ambiente.
Este tipo de desechos requieren un tratamiento y disposición diferente a los normales. No pueden depositarse en basureros. Deben transportarse y almacenarse en espacios especiales señalados por las autoridades en materia de residuos.
Tipos de residuos peligrosos
La lista negra de residuos peligrosos es grande. Por tanto, no existe una única clasificación de residuos peligrosos. Hay varias y depende de las cualidades y propiedades de los mismos.
Tenemos la clasificación por el estado de los residuos. Los encontramos en las siguientes formas:
- Sólidos
- Semisólidos
- Gaseosos
- Líquidos
También podemos clasificarlos según donde se encuentren almacenados:
- En recipientes
- En envases
- Contenedores especiales
Y finalmente, según las características intrínsecas de los residuos:
- Corrosivos. Materiales sólidos fabricados a base de soluciones ácidas o alcalinas.
- Tóxicos. Materiales mortales que absorben o digieren todo lo que se consiguen a su paso.
- Químicos. Productos y residuos que generan reacciones químicas peligrosas o mortales.
- Inflamables. Estos materiales pueden provocar explosiones según los grados de temperatura a los que se exponen.
Ejemplos de residuos peligrosos
El número de residuos peligrosos que existen es impresionante. Y no solamente estamos hablando de los que generan las pequeñas y grandes empresas, también de los que provienen de los hogares, que son iguales de peligrosos para el ecosistema y los seres vivos.
Es importante que conozcas algunos ejemplos de los desechos peligrosos y nocivos, para que desde el día de hoy comiences a tratarlos como realmente se debe.
- Solventes de limpieza
- Desechos de pintura
- Baterías
- Aceites automotores
- Restos de drogas
- Gasolina
- Querosenos
- Mezclas de petróleo
- Mezclas de gas
- Productos químicos
- Detergentes
- Lejías
- Limpiadores de desagües
- Acabados de metales
- Oíl sin tanques
- Anticongelantes
- Cera para automóviles
- Combustibles de diésel
- Herramientas eléctricas
- Productos electrónicos usados
- Electrodomésticos
Y la lista continúa. Evidentemente, no todos tienen el mismo grado de peligrosidad. Mientras más nocivos sean, más riesgo representarán para la salud humana y el medio ambiente.
Por tanto, no tienen el mismo tratamiento. Esto es lo que dispone la normativa: se manipulan según su grado o clase de peligrosidad.
Tratamiento de los residuos peligrosos
La definición de los residuos peligrosos, o mercancía peligrosa como también se le conoce, nos dice que son productos que, por sus propiedades altamente nocivas y corrosivas para la integridad humana y ambiental, deben transportarse y depositarse en espacios calificados como seguros.
Diariamente, se generan toneladas de residuos peligrosos en los domicilios y empresas. Lo más preocupante es que el descarte de muchos de estos materiales, como algunos de los mencionados –aceites para coches, combustibles, queroseno, productos de limpieza, restos de drogas, etc. –, se realice de manera irregular, o de manera incorrecta.
¿Y cuál es la forma correcta? Deben depositarse en sitios aprobados y acondicionados para el tratamiento, almacenamiento y eliminación de los residuos especiales.
El transporte de residuos peligrosos se realiza en camiones cisternas fabricados de aleación de aluminio o acero, debidamente identificados, a través de la vía pública.
Las personas que conducen este tipo de transporte tienen que estar entrenados para identificar, tratar y depositar los residuos en los contenedores. También para tomar las medidas y decisiones necesarias en caso de que ocurra algún accidente o percance.
El tratamiento correcto de los residuos es fundamental tanto para la salud de los humanos –el número de enfermedades a causa de desechos tóxicos va en aumento–, como la preservación y conservación del planeta tierra para nosotros y las generaciones futuras.