El pollo ecológico es un concepto que ha estado tomando fuerza en los últimos años. Sin embargo, ¿cuántas personas saben qué significa o representa realmente? Si eres parte de ese grupo, no te preocupes, en la siguiente publicación responderemos a las dudas que rodean a uno de los alimentos más consumidos del planeta.
¿Qué es el pollo ecológico?
Si creías que el pollo que cocinabas en casa siempre viene con las mismas propiedades y beneficios, te encuentras totalmente equivocado. Existen características que definen al tipo de alimento que estamos consumiendo, y un ejemplo claro de ello es el pollo ecológico que, en palabras sencillas, se trata de un producto que ha sido criado en una granja ecológica.
Pero, ¿a qué nos referimos con granja ecológica? Bueno, se trata de un establecimiento que tiene como objetivo utilizar prácticas de crianzas naturales, saludables y de calidad para sacar el máximo provecho de los alimentos. Para ello, se usan los recursos de forma inteligente, racional y amigable con el medio ambiente –por ejemplo, no se utilizan las hormonas de crecimiento o los químicos en las plantas para que los animales no sufran de trastornos o cambios–.
¿Cuáles son las características del pollo ecológico?
Sabemos entonces que un pollo ecológico es un animal que ha sido ‘criado’ en una granja ecológica –donde se usan métodos de crianzas racionales y saludables con el medio ambiente y los animales–. Pero, ¿qué características marcan ese proceso y cómo influyen a los pollos? Eso te lo respondemos a continuación.
- Primero que nada, para que sea considerado como pollo ecológico necesitará de un mínimo de 81 días de vida. Es decir, que debe cumplir con ese periodo de desarrollo y crecimiento para considerarse como un alimento ecológico.
- El tipo de alimento de un pollo debe estar libre de sustancias químicas creadas en un laboratorio. Eso quiere decir que debe consumir pienso ecológico –obtenido del medio ambiente– para que no altere sus propiedades.
- Como te habrás imaginado, el pollo tampoco debe estar medicado o ‘fortalecido’ mediante sustancias como las hormonas de desarrollo o crecimiento. Lo único que se le permite consumir son antibióticos de protección.
- Es necesario que tenga ocho horas de descanso y que no se encuentre expuesto a luces artificiales que interfieran en su bienestar –ya que eso cambia drásticamente el sistema inmune de los animales en pleno crecimiento–.
- Por último, los animales deben tener una condición de vida totalmente racional, sin exponerlos a métodos de crianzas pocos beneficiosos o saludables. Eso quiere decir que: tengan acceso a un patio donde moverse, corrales marcadas con entradas y salidas para que ellos decidan dónde andar.
Beneficios del pollo ecológico
La palabra ‘ecológico’ es un concepto de moda en los últimos años. La práctica orgánica, ecológica y amigable con el medio ambiente es algo que está tomando mucha fuerza, y aunque creemos saber la razón, en ocasiones es más que solo un capricho. Así pues, a continuación, diremos cuáles son los beneficios del pollo ecológico.
En el panorama general, un pollo ecológico es un alimento rico en: proteínas saludables, lípidos –una sustancia orgánica que se encuentra en el tejido adiposo–, minerales y vitaminas. Algo esencial para quienes estén con una alimentación saludable y deseen aprovechar las propiedades nutritivas de un plato tan delicioso como el pollo –que se puede preparar y cocinar de varias formas, como las deliciosas recetas de alitas de pollo–.
Si hacemos una comparación del pollo de corral –que es un animal que no ha pasado por la crianza ecológica mencionada anteriormente– y el pollo saludable, tendríamos algunos datos interesantes como: más de un 15% en proteínas, 7% en materia seca y hasta un 50% más de minerales como selenio, magnesio, zinc y fósforo. Lo que ayuda tanto a adelgazar, como a tener un estilo de vida saludable.