A lo largo del mes de enero España ha vivido una circunstancia surrealista con el temporal de Filomena, que ha causado unas nevadas históricas las cuales dejaron incomunicadas a considerable suma de localidades y dueños, además de un temporal de frío, viento y lluvia que no asistencia para nada al ahorro de electricidad.
Esto es ya que todas las casas se ven obligadas a incrementar el consumo de energía, primordialmente en luz, además de considerable suma de electrodomésticos que se utilizan a la vez. Y todo eso sin contar las calefacciones, que además suponen un gasto energético muy grande.
Por esto el valor de la luz ha incrementado hasta un 27%, un número que ha preocupado muy a los individuos, pero que tiene una aclaración razonable. Las energías sustentables todos los días son más usadas por cientos de personas novedosas para ayudar a un protección del medioambiente y achicar la contaminación en la medida de lo viable.
Por otro lado, en una temporada del año como el invierno es muy complicado ahorrar en luz del sol, ya que los días son muchísimo más cortos y además oscurece después, por lo cual se usa muchísimo más la electricidad en los hogares, establecimientos, negocios, etc. Esto además ordena al mercado a utilizar energías que son muchísimo más caras, como es la situación de las centrales térmicas.
El valor de la luz varía por medio de un desarrollo en el que forman parte las generadoras de electricidad, lanzando promociones diferentes para cada hora del día posterior. La ley de la oferta y la demanda es la que regula el valor de la luz, y lo que va a hacer que ésta suba o baje en funcionalidad además de su consumo. Sin importar ello, el coste final que se paga a las centrales siempre va a estar preciso por la más reciente oferta cubierta por la demanda. Dentro del mercado energético tienen la posibilidad de darse dos casos que hacen que los costos de la luz vayan variando.
El primero es la reducción de la producción de aquellas energías sustentables, y el segundo es el desarrollo de la demanda. Las energías económicas no tienen la capacidad de contemplar por sí mismas toda la demanda que se requiere en periodos como los de Filomena, donde no únicamente hay menos luz del sol a lo largo del día, sino que el temporal tampoco sigue y es realmente difícil conseguir ni un solo rayo de sol. Esto provoca que las otras energías, que son más caras, entren en escena. Este considerable cambio va a ser, por consiguiente, el que determine la subida tan dañina del precio de la luz como entre otras cosas el de Iberdrola.
Otro aspecto considerable a tomar en cuenta es además el incremento del precio de gas, que además hay que en parte importante al más grande consumo de calefacción en los hogares gracias a las bajísimas temperaturas y a los temporales. Además hay que tomar en cuenta que los derechos de emisión de CO₂ además suben y las eléctricas terminan incluyéndose como un coste añadido. Tanto en la situación de la subida del precio del gas, como de la electricidad, terminan impactando además en el incremento de la factura de la luz, ya que piensa hasta un 35% del recibo. Lo que queda de esa factura se traducirá en los impuestos de la electricidad o el IVA, etc, aunque además va a depender de la factura contratada para cada usuario.
Esto es ya que no es semejante el mercado libre que el regulado, como todas las compañías de luz puesto que uno tiene unos costos fijos y el otro es dependiente de una secuencia de componentes que van a hacer que los gastos sean más altos o más bajos. Sin importar estar viviendo en tiempos donde la luz brilla por su sepa, se estima que en relación comience a llegar otra vez el buen tiempo, los costos vuelvan a estabilizarse.