Probablemente, la mejor forma de concienciar a los más pequeños no es con charlas o lecciones ambientales (cuyo trasfondo no llegarán a entender), sino a través de hábitos respetuosos con el medio ambiente en su día a día. Poco a poco, los niños deben conocer la importancia de la naturaleza que les rodea: las plantas, los animales y los recursos naturales, como el agua.
- Enséñales a no desperdiciar agua mientras se lavan las manos o los dientes.
- Enséñales a ahorrar energía apagando las luces cuando salgan de una habitación.
- Los niños pueden aprender la importancia del reciclaje con algunas de estas manualidades de reciclaje para niños.
- También pueden tener su primer contacto con la naturaleza cultivando semillas y cuidando de las plantas en casa.
- Por último, pueden aprender la importancia de cuidar a los animales teniendo una mascota en casa. Para esto, un pequeño roedor (un hámster, por ejemplo) es la mascota ideal para los más pequeños de la casa.
Además de la rutina diaria, puedes organizar salidas a la naturaleza donde los niños disfrutarán aprendiendo sobre el medio ambiente que les rodea:
- Planifica excursiones al entorno natural más cercano al menos una vez a la semana. Visita los ríos, playas, campos, montañas, bosques, o al menos, los parques y jardines de tu ciudad.
- Aprovecha la curiosidad propia de los niños y niñas para que empiecen a interesarse por la naturaleza y tengan contacto con las plantas y los animales que les rodean.
- Enséñales la importancia de proteger y preservar el entorno natural para poder disfrutarlo.