El té es, tras el agua, la bebida más consumida del planeta. Por delante incluso del café, esta “infusión” (ojo, spoiler, el té no es una infusión) es toda una religión en países como China y toda la zona del Magreb, así como en todo el entorno de la Conmolweath, el otrora Imperio Británico.
En China e India, el té se disfruta como una auténtica tradición, una costumbre milenaria. Esta bebida tiene una antigüedad muy superior al café. Su carácter económico hace que sea una bebida muy popular en decenas de países del mundo.
Aparte de las ya conocidas propiedades del té, como sus efectos antioxidantes, anticancerígenos, o la teína y sus efectos astringentes, un estimulante natural menos agresivo que la cafeína, dado que su pico no es brusco sino circular, son algunas de las razonas por las que le ha llevado a ser la bebida más consumida del mundo.
El impacto del té y las infusiones en el medio ambiente
Solo por ser la bebida más consumida del mundo esto implica que su ingesta va a causar un grave impacto ambiental. A esto se suma que el té es uno de los pocos productos que necesita un empaque para funcionar.
El té y las infusiones que consumimos a diario vienen dentro de bolsitas hechas de papel poroso, seda o nailon que son desechadas de manera indiscriminada por las miles de personas aficionadas a estas bebidas.
El número de bolsitas de té que se desechan a diario generan un grave impacto ambiental que termina en un desastre contaminante que amenaza la salud de los ecosistemas, por los químicos que despiden mientras se degradan.
Muchas bolsas de té están elaboradas a partir de plásticos que pueden generar un problema por partida doble, ambiental y de salud humana. Las bolsas, al entrar en contacto con el agua caliente, pueden comenzar a liberar compuestos que causen daños a la salud. Por otra parte, todas estas bolsitas desechables, si no se reciclan de manera correcta, acaban llegando a los mares y siendo consumidas por los peces.
¿Cómo reducir el impacto ambiental que genera el té?
Los doctores, que antes recomendaban el consumo del té sobre el café, han comenzado a cambiar de idea, precisamente por este impacto ambiental asociado. Es cierto que el té es más saludable que el café, pero no lo es en la presentación común, con bolsitas.
Ante esta deficiencia del producto han surgido muchas marcas que proponen un consumo más inteligente en la que la hierba se ofrece a granel acompañada de una rejilla de metal que contenga la cantidad necesaria para preparar el té sin bolsita.
Otra solución es la que proponen en cafetearte.es. Esta web es una tienda online especializada en té ecológico en la que los consumidores pueden comprar flores de té ecológicas con posibilidad de envío gratis en base al volumen de pedido.
Comprar flores de té en cafetearte.es tiene como ventaja añadida que el té viene presentado en forma de flor, que no es más que atar las hojas de té con flores para evitar tener que usar plástico y otros envases problemáticos para el medio ambiente y la salud de los consumidores.
Flores de té, el arte que se bebe
La tradición de las flores de té es milenaria, surgió en China durante la Dinastía Song, para deleite visual del Emperador. Este té, sin embargo, no se utilizaba para beber. Desde la década de los 80 del pasado siglo, estos arreglos florales elaborados artesanalmente se han convertido en un espectáculo visual en la tetera o en la taza.
Cada capullo o perla, hábilmente preparada a mano, es un pequeño manojo de hojas de té y flores secas atado con hilo de algodón en una bola. Cuando se expande y se despliega es un proceso que emula el nacimiento de una flor.
Recuperar las flores de té más allá de como adorno sino también como bebida es una forma de ganar en respeto por el medio ambiente y luchar contra esa dependencia ante el plástico que todos sufrimos en mayor o menor medida. El té a granel responde a esta misma filosofía, pero abandona ese punto en favor del decoro y la estética de las flores.