Una de las más grandes ambiciones que tenemos como dueños de un hogar y padres de familia es la de ahorrar lo máximo posible en los gastos de la casa, expensas y víveres, a fin de poder hacer gastos más atractivos y que traigan más color y alegría a nuestros seres queridos. Para ello, cada uno hace sus propios planes y sacrificios aunque, de prestar un poco de atención, veremos que es posible ahorrar de formas más fáciles.
Dependiendo del hogar en cuestión algunos necesitarán guardar más dinero según cuánta agua o gas utilizan, sin embargo, el mayor gasto suele ser el de la iluminación. Por este motivo muchos nos quedamos mirando el velador en nuestra mesa de luz al lado de la cama y nos preguntamos: ¿esto de verdad vale el gasto que provoca? La respuesta no necesariamente debe ser un “no”, sino que hay que pensarlo de otra manera.
Ahorrar energía no es solo un beneficio personal, de hecho, se trata de una acción que facilita la economía energética de nuestra región e incluso de nuestra nación, sea cual sea. No por nada la mayoría de productos que compramos poseen etiquetas que marcan su consumo energético, exceptuando pequeños artefactos como una lámpara de mesa de noche u otros semejantes a ella.
La realidad es que hay varias maneras de optimizar la energía de consumo, sobre todo si tenemos en cuenta las nuevas tecnologías que existen para ello. Las luces led para el hogar, por ejemplo, han ganado una fama indiscutible en los últimos años y promete ser una creación que sobrepasará en el futuro a las lámparas comunes que ofrece el mercado. ¡Además suelen ser mucho más baratas que las usuales!
La tecnología led promete mucho más que tan solo ahorrar el consumo de energía, también disminuye la cantidad de veces en las que debemos cambiar las luces de nuestro hogar, después de todo, son mucho más duraderas que las luces o focos regulares, más conocidos como “incandescentes” o de bajo consumo. Por esta razón, recomendamos en primer lugar adquirir esta clase de luces para iluminar nuestra casa.
La tecnología LED y cómo cambió al mundo
La tecnología denominada LED o “Light Emission Diode” ya tiene un buen par de años de existencia, considerando que comenzó como la luz que se encendía tanto en los primeros como en la última gama de celulares. Tiempo después, los emprendedores tecnológicos descubrieron que era mucho más económico dar luz a una lámpara de pared con esta nueva tecnología antes que las lámparas incandescentes de siempre.
Esto se debe a que, principalmente y en términos muy técnicos, la tecnología LED produce luz a través de la conversión directa entre la energía eléctrica y la energía lumínica. Una gran diferencia a comparación de las otras cuando es sabido que ellas producen luz mediante el calentamiento de un filamento dentro de un foco, gastando mucha más energía de la que nos conviene en la actualidad.
Desde el descubrimiento del carburo de silicio, una roca que permitió la creación de las luces led, casi toda nuestra tecnología se encuentra imbuida de ella: tablets, teléfonos inteligentes, televisores y muchos otros electrodomésticos usuales dependen de esta simple pero ahorradora fuente de luz. En este sentido, no nos extraña hoy en día que nuestra lámpara o nuestra luz de techo posea luces LED.
Todos estos interesantes hechos nos llevan a muchos a una sola conclusión: es necesario actualizar nuestro hogar con todas las luces led perú que podamos, a fin de hacer los ahorros que pretendemos y, además, para que nuestra iluminación tenga una perdurabilidad mucho más extensa que con las luces típicas (y que son mucho más caras).
La luz LED en nuestros hogares
Comprar un foco de tecnología LED para nuestra lámpara de escritorio o del living no alcanza a la hora de hacer un ahorro apropiado de energía. Aunque esta tecnología es de forma indiscutible la mejor para ahorrar gastos energéticos, hay mucho más para tener en cuenta. En primera instancia, es necesario hacer un cambio total de focos para que la energía que produce nuestra casa no nos traiga costos innecesarios a futuro.
Aunque la tecnología LED ahorra mucha más energía que otras, es necesario tener en cuenta cómo la utilizamos y cuánto tiempo esta se encuentra en uso. Por esa razón recomendamos apagar todos los equipos y luces en lo posible, a fin de ahorrar aún mucho más. ¡La conciencia de nuestro gasto energético promete ser una gran forma de ahorro!
En este sentido es también posible hacer cambios y aprovechamientos sobre el consumo de energía, los cuales podemos consultar con cualquier electricista matriculado. Ellos nos indicarán si hay cierta iluminación que es innecesaria o demasiado fuerte, atenuando dicha actividad para ahorrar más dinero para cuando llegue nuestra factura de la luz.
Es también esencial crear una sectorización de luces LED y ubicarlas de la manera más eficiente en nuestros hogares: ¡después de todo, nadie necesita luces de más en su casa! Mientras mejor aprovechemos nuestros espacios y su iluminación, más sencillo será ahorrar algunos billetes a fin de mes, sobre todo en cuanto a las luces led para cuartos, que suelen ser las que más gastan.
En este sentido podemos hacer referencia al concepto de sensorizar nuestras luces. En vez de poseer un switch de apagado o encendido es posible hacernos con tecnología de sensorización para que el ahorro de las luces sea más apropiado y ahorrativo. Por ejemplo, si caminamos por el pasillo de nuestra casa, la luz se encenderá por un breve momento y se apagará por sí sola al pasar una cantidad determinada de tiempo.
¡El momento de ahorrar en la iluminación de nuestro hogar ya ha llegado! Es hora de replantearnos en cambiar nuestras bombillas y focos, determinar dónde son más necesarios y deshacernos de esos sitios que en realidad no necesitan luz.
Propongámonos que la idea de ahorrar nuestro dinero sea también un firme apriete de manos entre la eficiencia energética y la capacidad de nuestro bolsillo.