Actualmente vivimos en una era donde al planeta no le va muy bien que digamos y necesitamos de las tecnologías no contaminantes. Pero, ¿qué son y cómo funcionan? Tendrás que quedarte con nosotros hasta el final del artículo. Mencionaremos sus beneficios y algunos ejemplos para que te hagas una idea de su importancia.
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Tecnologías contaminantes, ¿qué son?
Seguramente habrás escuchado sobre el cambio climático, el calentamiento global o los vertederos de basuras. Esos son problemas que, lamentablemente, nos afectan como especie. No solo perjudican el bienestar general del planeta, también las actividades laborales.
Frente a ese escenario surge una nueva propuesta: las tecnologías no contaminantes, que son herramientas, procesos, conocimientos y artefactos que buscan reducir el grado de contaminación disminuyendo el impacto de un sistema o modificando la naturaleza de un producto.
Por ejemplo, la electricidad. Sabemos que el consumo de electricidad es esencial, pero la huella de carbono que deja es nociva. El trabajo de las tecnologías no contaminantes es buscar alternativas al respecto, como el ahorro energético o los paneles solares.
¿Qué buscan las tecnologías no contaminantes?
El principal enfoque de las tecnología limpias, como también se le conocen, es evitar o al menos reducir el grado de contaminación en el planeta. Todo con el objetivo de disminuir los problemas mencionados anteriormente, como el calentamiento global o los vertederos de residuos.
También buscan preservar la biodiversidad del planeta, que son las diferentes comunidades de seres vivos en el planeta; hacer buen uso de las energías renovables, que son aquellas de origen natural, como el sol o el viento, y son prácticamente inagotables.
Aunado a las consideraciones señaladas, también buscan el uso racional de los recursos naturales, como el agua, y los recursos tecnológicos de una empresa para concientizar al respeto sobre el medio ambiente sin necesidad de dejar de satisfacer nuestras necesidades como especie.
Beneficios de las tecnologías no contaminantes
Los beneficios asociados a las tecnologías no contaminantes son varias y valen la pena conocer cada uno. Entremos en contexto.
Consumo eficiente de los recursos
Los humanos, por excelencia, hacemos uso de los recursos de la naturaleza, como el agua y la energía. Sin embargo, no siempre lo hacemos de la forma correcta. En cambio, los derrochamos o los transformamos en insumos nocivos.
Uno de los beneficios asociados a las tecnologías no contaminantes es minimizar el consumo de los recursos naturales e incrementar su eficiencia en el proceso. Esto es esencial para para la sostenibilidad ambiental, social y económica.
Reducción de los insumos tóxicos
Los insumos tóxicos se encuentran en múltiples accesorios e instrumentos y ni siquiera nos damos cuenta. Entre los más comunes tenemos: mercurio, que lo encontramos en los termómetros y lámparas fluorescentes; arsénico, que se encuentra en algunos medicamentos y conductores.
También la hormonas para los animales y plantas con el objetivo de modificar su rendimiento, lo mismo ocurre con los pesticidas e insecticidas que son nocivos para la salud humana; dioxinas, que se utiliza en la producción de cloro y derivados; y finalmente plomo, que se usa en la fabricación de plásticos y cerámicas.
El objetivo de las tecnologías limpias es minimizar el uso de estos insumos tóxicos reemplazandolos por otros más saludables, especialmente orgánicos y que se utilicen nuevamente a través de la filosofía del reciclaje. En este apartado se puede incluir la reducción de la toxicidad que se genera en el proceso de creación de dichos insumos.
Aprovechamiento de los residuos
Otro gran beneficio de las tecnologías no contaminantes es que incentivan al reciclaje, que es el proceso de transformar los materiales en nuevas fuentes de energía. Esto es algo cada vez más presente en el día a día, como es el caso del aprovechamiento de los residuos de los humanos para convertirlos en fertilizantes para las plantas.
Ahorro de materia prima
Tanto los insumos, como los procesos relacionados a las tecnologías limpias, ayudan al ahorro de la materia prima que, en ocasiones, se desperdicia por el desconocimiento o ignorancia de los procesos sostenibles.
Ahorro de energía
La energía es esencial para los humanos y, lamentablemente, la estamos desperdiciando. La tecnología no contaminante va desde la creación de aparatos que reducen el consumo eléctrico, hasta rutinas más ‘verdes’. Aquí entran también la creación de alternativas para reducir el consumo de combustibles fósiles, una de las fuentes de energía más contaminante del planeta.
Ejemplos de tecnologías no contaminantes
Hemos hablado bien sobre las tecnologías no contaminantes, pero, ¿cómo son o cómo lucen? Aquí te diremos algunos ejemplos para que te hagas una idea.
Células solares
Este es, por excelencia, una tecnología limpia. El objetivo de las células es aprovechar la energía solar a través de la captación de energía que automáticamente se convierte en electricidad. Se caracteriza por su impacto cero y que se puede guardar para aprovechar por las noches. En el futuro se espera que sean la principal fuente de energía, sustituyendo a las empresas privadas.
Cultivos biológicos y orgánicos
La característica esencial de este tipo de tecnología es reducir el uso de los elementos que modifican el desarrollo de las plantas. Como es el caso de los pesticidas y hormonas de crecimiento. En cambio, se apuesta por el uso de insumos de origen natural, como fertilizantes naturales que benefician tanto a la biodiversidad como la salud de las personas.
Gasolina sin plomo y carros eléctricos
No hay duda que los combustibles, mediante la extracción de fósiles como el petróleo, y su posterior aprovechamiento en los automóviles, son de las actividades más contaminantes del planeta. Una de las soluciones creadas mediante la tecnología limpia es la gasolina sin plomo, que reduce la emisión de CO2, y la elaboración de carros eléctricos, que se incorporan con baterías de litio de impacto ambiental cero y que poseen buena autonomía para desplazarse de un punto a otro.
Insumos libres de mercurio y plomo
Como bien mencionamos anteriormente, el mercurio y el plomo son de los elementos químicos más tóxicos y uno de los objetivos de las tecnologías no contaminantes es reducir su uso.
Entre los ejemplos tenemos: termostatos y termómetros libres de mercurio, utilizando otros procedimientos para calcular los cambios de temperatura; y las alternativas de plástico reutilizable que se pueden emplear para crear nuevos insumos, como fertilizantes.