El cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad forman parte de la triple crisis planetaria a la que se enfrenta actualmente la humanidad. Cada uno tiene sus propias causas y efectos a corto, mediano y largo plazo.
Según el informe Frontiers del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), estos tres problemas ambientales merecen atención y acciones por parte de los gobiernos y el público en general. Por lo tanto, es crucial identificar y ofrecer soluciones para evitar las amenazas ambientales inminentes que podrían causar daños ecológicos en todo el mundo.
El cambio climático
El cambio climático, provocado por actividades como el uso insostenible de energía, la industria, el transporte y la agricultura, es el problema más apremiante al que se enfrenta la humanidad. Está provocando sequías, inundaciones, incendios forestales, olas de calor y la disminución de la biodiversidad.
La contaminación
La contaminación del aire es la principal causa de enfermedad y muerte prematura en el mundo, con más de 7 millones de muertes prematuras por contaminación cada año.
Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), nueve de cada diez personas en todo el mundo respiran aire con altos niveles de contaminantes debido a la generación de residuos producidos por el tráfico, las fábricas, los incendios forestales y los volcanes. Cada una de estas actividades contribuyen a la contaminación ambiental.
Otra causa de este problema es la contaminación del aire interior de los hogares por los combustibles que se usan al cocinar. En 2016, estas acciones provocaron la muerte de alrededor de 3,8 millones de personas.
La pérdida de la biodiversidad
La pérdida de la biodiversidad es una consecuencia de la sobreexplotación del medio natural. Consiste en la disminución o desaparición de la diversidad biológica, que incluye animales, plantas y ecosistemas.
Debido a esta creciente problemática, las grandes industrias han incrementado su interés por desarrollar actividades para generar conciencia ambiental. Los directores y productores de la industria cinematográfica, por ejemplo, han fomentado la creación de piezas audiovisuales que reflejan el impacto del cambio climático sobre las áreas naturales. En América Latina existen distintos filmes destacados como la película animada Koati y el documental Colombia: Magia Salvaje, producido en 2015, que explican la importancia de cuidar la biodiversidad y cómo las especies interactúan dentro de un ecosistema que responde a las condiciones ambientales cambiantes.
Otra industria por mencionar es la manufacturera. Este sector está trabajando con reglamentos de gestión ambiental enfocados en crear productos manufacturados que incluyan procesos económicamente sólidos para reducir los impactos ambientales negativos, mientras se conserva la energía y los recursos naturales.