Las cocinas eléctricas son la mejor opción para hacer platos sustentables

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En la actualidad es muy común escuchar hablar acerca de las cocinas sustentables y sus beneficios. Con una perspectiva fuertemente arraigada en el cuidado del medio ambiente, este tipo de gastronomía tiene como objetivo minimizar el impacto ambiental mediante decisiones y prácticas conscientes que incluyen la utilización de herramientas de cocina con eficiencia energética, una meticulosa elección de los ingredientes y una correcta gestión de los residuos.

En este sentido, el uso de equipos y utensilios de cocina sostenibles, que incluyen ollas y sartenes fabricadas con acero inoxidable, cocina y electrodomésticos eficientes en cuanto al consumo eléctrico, es un parte elemental del concepto de cocina sostenible, por lo que cada vez son más las personas que optan por este tipo de instrumentos para realizar sus comidas de todos los días.

Debido a sus múltiples beneficios, disponer de una cocina eléctrica fabricada con materiales de acero inoxidable siempre es una buena opción para realizar platos deliciosos, regulando el consumo de electricidad y con la garantía de contar con un electrodoméstico de buena calidad y con alta perdurabilidad en el tiempo.

Principales beneficios de tener una cocina eléctrica

Hacer la comida en una cocina eléctrica significa que los alimentos llegarán a su punto de cocción utilizando la electricidad como fuente de energía. Para un correcto uso, este tipo de electrodoméstico posee una resistencia eléctrica que, al ponerse en funcionamiento, se calienta y transfiere el calor a la superficie de cocción, en la que se colocan las sartenes u ollas con los alimentos.

Entre las principales razones por las cuales las personas eligen comprar una cocina eléctrica para su casa o negocio, se encuentran su fabricación con altas medidas de seguridad, la posibilidad de controlar la temperatura, la facilidad para limpiarla y su compatibilidad con distintos tipos de sartenes y ollas.

Al no requerir del uso de gas para su funcionamiento, las cocinas eléctricas eliminan el riesgo de sufrir una fuga o explosión, por lo que terminan siendo mucho más seguras que las cocinas más antiguas. Además, al funcionar a través del suministro eléctrico, permiten controlar la temperatura con mayor precisión, logrando una mejor cocción de los alimentos.

Por otro lado, estos modelos de cocinas fabricados en acero inoxidable posibilitan que las superficies sean más parejas y lisas y, en consecuencia, más fáciles de limpiar. Esto no sólo facilita las tareas de mantenimiento, sino que hace que luzcan como nuevas en todo momento.

Por último, es importante mencionar que estas cocinas modernas cuentan con distintos modelos y tamaños que se adaptan con facilidad a diferentes tipos y tamaños de ollas y sartenes. En este sentido, a diferencia de lo que ocurre con los anafes que funcionan a gas, estas cocinas permiten cocinar los alimentos utilizando recipientes hechos en materiales como cerámica y vidrio.

Tipos y modelos de cocinas eléctricas

A diferencia de las cocinas tradicionales, las versiones eléctricas reemplazan la hornalla de gas por placas vitrocerámicas o de inducción. Este tipo de cocinas vienen en distintas versiones y tamaños, que se diferencian por la cantidad de hornillas y por tener o no incorporado un horno. En el caso de las cocinas que tienen horno, la placa se coloca sobre la mesada y el horno se encastra en un mueble diseñado específicamente para esta finalidad.

En cuanto al tamaño, como se mencionó anteriormente, este se relaciona directamente por la cantidad de hornillas que posee para cocinar. En el caso de una cocina eléctrica 1 hornilla, es la más pequeña de todas y es ideal para aquellos espacios pequeños o para quienes viven solos y resuelven su comida con tan sola una olla o sartén.

Por su parte, la cocina eléctrica 2 hornillas es una buena opción para los espacios más grandes o para familias compuestas por dos o tres personas. Al poseer dos salidas de calor, pueden cocinarse dos alimentos a la vez de forma fácil y rápida.

En cualquiera de los dos casos, estas cocinas pueden estar confeccionadas con placas vitrocerámicas o con placas de inducción. La principal diferencia entre ellas es que las cocinas de inducción funcionan a partir de un campo electromagnético que envía el calor directamente al recipiente, consumiendo menos electricidad y permitiendo obtener grandes ahorros en la boleta de luz.

Por otro lado, es importante saber que en las placas de inducción solamente pueden utilizarse sartenes, cazuelas u ollas aptas para este tipo de cocinas. Para estar seguros de que no habrá ningún contratiempo, las personas pueden leer en la etiqueta del producto si éste es apto o no.

Otros aspectos que ayudan a la cocina sustentable

Como se viene desarrollando, disponer de este tipo de cocinas de mesa es imprescindible para llevar a cabo una práctica alimenticia consciente y sustentable. Sin embargo, no es el único factor a tener en cuenta y existen una serie de aspectos a considerar que sirven para mantener un concepto de cocina sostenible. A continuación, se mencionan algunos de ellos:

  • Utilizar productos de temporada: cocinar las comidas con productos locales y propios de cada temporada permitirá reducir la huella de carbono que dejan los ingredientes. Esto sucede porque, al comprar alimentos producidos en las cercanías, se hace más pequeña la emisión de los gases de efecto invernadero que se eliminan durante el transporte.
  • Comprar alimentos orgánicos: elegir alimentos libres de químicos es una práctica fundamental para minimizar el impacto que tiene la producción agrícola en el medio ambiente.
  • Reducir el desperdicio: planificar con anterioridad las comidas permite reutilizar las sobras y, en consecuencia, no solo resolver la comida con mayor facilidad sino también reducir la cantidad de desperdicio.
  • Incorporar el hábito del reciclaje y compostaje: un tratamiento adecuado de los residuos generados a partir de la elaboración de las comidas permite reducir notablemente la huella ecológica.
  • Utilizar métodos de cocción eficientes: usar cocinas eléctricas, ollas a presión y vaporizadores ayuda a regular el consumo de energía y, en consecuencia, a evitar el desperdicio.
  • Cocinar utilizando utensilios y equipos de cocina sostenible: el uso de ollas y sartenes de acero inoxidable, así como también de electrodomésticos eléctricos, permite reducir notablemente el consumo energético.

 

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