El Bitcoin puede ayudar al cambio climático

Bitcoin es una criptomoneda que si bien ha cambiado por completo el mundo de las finanzas, también ha generado polémica. Los detractores aseguran que el instrumento electrónico contribuye al cambio climático por la cantidad de electricidad que consume.

Desde 2009, cuando entró en vigencia y era un proyecto ambicioso para implementar un cambio en las finanzas convencionales, Bitcoin ha hecho ruido. Mucho ruido. Se trata de una divisa digital creada por Satoshi Nakamoto, que funciona sobre una cadena de bloques descentralizada, y no está regulada por entes financieros o gubernamentales.

Hoy en día tiene uso generalizado. La revalorización de la moneda fue exponencial. Los inversores lo ven como una oportunidad atractiva de inversión. Proyectos como BitIQ acercan a quienes no tienen conocimientos en criptomonedas, pero aun así desean hacer negocios y generar ganancias.

Sin duda, Bitcoin es un éxito, pero, ¿qué hay de la huella carbono? ¿Bitcoin puede ayudar al cambio climático? Hemos investigado y encontramos dos puntos de vista que, si eres de los que le interesa el impacto de las nuevas tecnologías, como criptomonedas o Blockchain, te interesará.

¿Puede Bitcoin ayudar al cambio climático?

Hay un notorio interés en Bitcoin. Es la criptomoneda más popular de todas. Últimamente ha estado en el foco del público porque se ha revalorizado exponencialmente. Alcanzó su pico de +60.000 dólares. Las personas estaban completamente locas y deseando unirse al barco para conseguir trozos de ganancias.

Sin embargo, esto también aumentó la preocupación. Mientras más usuarios se interesen en Bitcoin, más energía consumirán los equipos de minería y ordenadores.

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Al mismo tiempo, ha iniciado la concientización al respecto. Las especialistas coinciden en que Bitcoin sí puede ayudar al cambio climático incentivando y financiando proyectos sociales y ambientales.

La idea es crear criptomonedas sostenibles amparadas por ideas ecológicas, como energías renovables.

Por ejemplo, las granjas de minación de Bitcoin están migrando a localidades que usan energía renovable. Esto implica una significativa reducción de energía.

Bitcoin es la principal criptomoneda para financiar la lucha contra el cambio climático. La idea es que gracias a los beneficios de la descentralización y transacciones instantáneas, todo el mundo ayude y aporte su grano de arena.

Tenemos ejemplos, como la recaudación de fondos con la venta de cripto-cupones expresados en Bitcoin. Con la compra de unos de estos cupones, estarás ayudando a la industria de la energía solar.

El desarrollo de biofuel, semillas sostenibles resistentes al calentamiento global, así como tecnologías de captura de dióxido de carbono, están siendo financiadas con Bitcoin.

Hay una nueva iniciativa a través de aplicaciones móviles para dotar de servicio eléctrico renovable en los hogares con transacciones que se pagan con la criptomoneda más importante del mundo, Bitcoin.

Finalmente, hay fundaciones creadas con fondos en Bitcoin para expandir la implementación de energía solar. Cada cripto equivale a determinados megavatios de electricidad solar.

Por qué no es bueno el Bitcoin para el cambio climático

Si bien el Bitcoin está concientizando, financiando y promoviendo proyectos climáticos, los pronósticos no son alentadores. Los estudios señalan que la situación empeorará si no se toman medidas inmediatas.

Mientras más interés despierte la criptomoneda, la minería Bitcoin aumentará y agraviará el problema del consumo de electricidad. Este es el principal problema con Bitcoin, el elevado consumo que contribuye al calentamiento y la emisión de carbono.

Las transacciones en Bitcoin tienen un requisito: hay que procesar grandes cantidades de datos para agregarlas al libro contable electrónico que es Blockchain. Diariamente se ejecutan miles de operaciones sobre la cadena de bloques, produciendo un consumo elevado de electricidad, que deja una peligrosa huella carbono.

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Ese es el dolor de cabeza de los ambientalistas. Sin embargo, como ya mencionamos, también se están buscando alternativas para reducir el elevado consumo eléctrico y financiar proyectos que impulsen la industria de la energía renovable.

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