El azufre en la naturaleza

El azufre (S) es un elemento químico, con numero atómico de 16 y clasificado como un no metal. El azufre en la naturaleza se encuentra de forma abundante y es uno de los elementos más importantes y comunes. Presenta un olor que lo caracteriza, el de huevo podrido. Es de color amarillo limón fuerte, naranja o marrón. Forma parte de distintos compuestos orgánicos y también inorgánicos. Esta presente tanto en la tierra, como en el aire, el agua, las rocas, y en plantas y animales.

Etiología del azufre

En cuanto a su nombre proviene del latín sulphurium, y este a su vez del śulbāri, fue llamado y conocido como «piedra inflamable». En las antiguas culturas griegas y romanas, se le atribuía un papel medicinal y se usaba para blanquear telas; las cultura egipcia lo usaban como purificador de templos.

Jugó un papel importante en el estudio de antiguos alquimistas, que creían era el elemento faltante para fabricar «la piedra filosofal» pero no lo lograron, sin embargo; le encontraron útiles forma de uso, como la invención de la pólvora

Es conocido desde hace muchos años, descubierto por Henning Brand, quien era alquimista y también descubrió el fósforo. Fue el químico francés Antoine Lavoisier, mediante una serie de experimentos en 1777 quien descubrió que era un elemento y lo clasifico como elemento químico.

El azufre en la naturaleza

El azufre en la naturaleza

El azufre libre se puede encontrar en depósitos volcánicos, aguas termales y yacimientos subterráneos. En estado combinado se presenta en muchos minerales y variados compuestos orgánicos como en algunas proteínas de animales y vegetales.

El azufre se puede encontrar en el aire de formas diferentes, y puede provocar irritación, pero solo cuando la inhalación se produce en su fase gaseosa. Se usa frecuentemente en industrias para posteriormente ser emitido al aire, debido a las pocas posibilidades de eliminarlo completamente.

Las plantas ingieren una porción de azufre por microorganismos presentes en agua y tierra; encargados de incorporar el azufre elemental en compuestos orgánicos metabolizables. Después los animales lo consumen por plantas y otros animales. Cuando mueren y se descomponen el azufre es reincorporado a la tierra y al agua por medio nuevamente de microorganismos

Cada día hay más azufre en el ambiente por causa de la actividad humana; en cuanto es emitido al aire y hace contacto con el agua y el oxígeno forma sulfatos y ácido sulfúrico; estos componentes se disuelven en el agua y regresan a la superficie como residuo o deposiciones secas y húmedas.

También es interesante resaltar el ciclo bioquimíco del azufre y sus fases en el reciclaje que lo lleva a ser transportado por los ríos al mar y produce luego una devolución gaseosa del agua a la aftmósfera. Después de pasar un tiempo en estado gaseoso, el ciclo termina con la caída de este a la tierra. El ciclo sería por tanto, terretres, marino y aftmosférico.

El azufre y el clima

La actividad humana como el procesamiento de metales y la quema de combustibles fósiles, dan como resultado la presencia de más azufre en la atmósfera. Este azufre cuando está en el aire hace contacto con el agua y el oxígeno formando sales azufradas y ácido sulfúrico; estos componentes se disuelven en el agua y regresan a la superficie como residuo o deposiciones secas y húmedas.

Estos compuestos regresan a la tierra, como lluvia ácida, la cual tiene efectos negativos en cualquier ecosistema perturbando el equilibrio; en el agua pueden matar a los peces y cualquier vida vegetal. Puede deteriorar edificios y casas, provocando erosiones.

El impacto a pesar de todo, no es totalmente negativo. El azufre que ingresa a la atmósfera colabora con la formación de nubes y la absorción de rayos ultravioletas; ayudando así en el combate del aumento de temperaturas causado por el efecto invernadero. Cuando la lluvia ácida almacena azufre en pantanos, las bacterias que allí viven se alimentan y se mejoran rápidamente de los microbios que elaboran metano, ayudando a reducir la emisión de éste. El metano constituye un 22% del efecto invernadero.

El azufre no es venenoso en pequeñas cantidades, pero si puede provocar irritabilidad en las mucosas. En grandes cantidades puede llegar a producir un paro respiratorio. El dióxido de azufre es un gas contaminante de la atmósfera que produce lluvia ácida al transformarse en óxido de azufre. El disulfuro de carbono por su parte es inflamable y su ingestión hasta en pequeñas cantidades puede provocar una parálisis.

Para evitar cualquier tipo de daño a la salud, se deben seguir practicas seguras en su manipulación. El azufre causa algunos efectos secundarios como: mareos, jaquecas, náuseas y diarrea. Así que mantente atento.

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