Según la propia Organización de las Naciones Unidas, el agua es un elemento esencial para el desarrollo sostenible. Los recursos hídricos juegan un papel fundamental en la reducción de la pobreza, el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental. El agua favorece el bienestar de la población y el crecimiento inclusivo, y tiene un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas, al incidir en cuestiones que afectan a la seguridad alimentaria y energética, la salud humana y al medio ambiente.
Cada año, en el Día Mundial del Agua se aborda un tema en específico dentro de la problemática medioambiental, siendo este año el dedicado a las que se han denominado como «Nature-based solutions for water»; es decir, soluciones basadas en la naturaleza para el agua. Se plantearán acciones para proteger, gestionar de forma sostenible y restaurar ecosistemas naturales o modificados, que aborden los desafíos sociales de manera efectiva y adaptativa, al mismo tiempo que brinden beneficios para el bienestar humano y la biodiversidad. Todo esto enfocado a resolver la problemática de la escasez de agua dulce y potable desde un punto de vista respetuoso con el medio ambiente y beneficioso para el conjunto de la humanidad.