La cosmética natural es una de las industrias más populares de la última década. Cada año adquiere más y más consumidores. Según un informe de Statista, se prevé ingresos de 54.5 mil millones de dólares en el año 2027. Una auténtica maravilla.
Los reportes tienen sentido. Hay pruebas de la creciente demanda de insumos de belleza ‘limpios’ o cosmética ecológica, como también se les conoce. En esta publicación veremos los fundamentos del ascenso de la cosmética natural en el mercado global. ¡Acompáñanos!
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¿Qué es la cosmética natural?
Primero lo primero, ¿a qué nos referimos con cosmética natural? Básicamente, productos diseñados con ingredientes orgánicos libres de sustancias sintéticas. Los insumos de belleza limpia contienen materia prima de origen vegetal y animal con propiedades amigables tantos con el organismo humano, como con el medio ambiente.
Esos ingredientes orgánicos son: aceites esenciales, ceras vegetales, jugos vegetales, materias colorantes de origen animal y vegetal. Sustancias y microorganismos cultivados de manera segura y consciente desde el inicio, hasta el final.
Incluye todo tipo de productos: limpiadores faciales naturales, pasando por cremas y desodorantes, humectantes, geles, bálsamos y jabones.
Lo curioso de la cosmética natural es que si bien está haciendo mucho ruido en el mercado, no es nueva. El origen se remonta a miles de años en el pasado. De hecho, los egipcios, civilización pionera en cosmética, usaban sustancias derivadas de vegetales y animales.
Con la irrupción de los productos convencionales, la cosmética natural permaneció como un nicho específico. Se vendían en pocas tiendas y siembre bajo mucho escepticismo.
Sin embargo, de una década para acá, la mente del consumidor cambió por completo. Ahora son productos estrellas de grandes marcas. La propuesta de una belleza limpia atrae a millones de consumidores en todo el mundo. Pero, ¿a qué se debe? ¿Qué hay detrás de todo este revuelo?
¿Qué hace especial a la cosmética natural?
La cosmética ecológica cambió la industria. Lograron algo impensable: hacer ver mal a quienes compran los productos convencionales. Ciertamente hay ‘recelo’ hacia los insumos de belleza que no son naturales o ecológicos.
Y motivos no faltan. Los tradicionales contienen un alto porcentaje de sustancias dañinas, como el petróleo, parabenos y talatos. Ingredientes que no solo influyen negativamente en el cuerpo humano, también perjudican al medio ambiente desde la producción, hasta el empaque de plástico que acaba en vertederos.
En cambio, los insumos naturales poseen materia prima extraída directamente de la naturaleza. Estos aceites y extractos ecológicos esconden propiedades importantes como: hidratación, regeneración, protección y cuidado de la piel. Demuestran un efecto largo y tendido, así como mínima reactividad.
También podemos hablar del efecto emocional y sensorial que provocan los cosméticos naturales. Las esencias y extractos de origen vegetal, como los limpiadores de lavanda o cremas de flores aromáticas, despiertan los sentidos e instintos. Mejoran nuestro estado de ánimo, relaja el cuerpo y desencadena las emociones positivas.
¿Por qué la cosmética natural está de moda?
¿A qué responden el aumento en la demanda de la cosmética natural? Básicamente al miedo. Así es. Las preocupaciones de los consumidores son cada vez más. Les aterra sufrir las consecuencias de los productos con materiales y sustancias sintéticas y prefieren evitarlos.
Desean que, mientras más seguros sean los insumos actuales, mejor. De hecho, en la actualidad ni siquiera se trata sobre si son productos naturales o no, sino si realmente esos productos son 100% orgánicos como dicen.
Por suerte, hay más información y podemos saber los ingredientes, las formulas, efectos secundarios, propiedades y más. Gracias a estos parámetros, los consumidores toman su decisión según el beneficio de los productos.
¿Cómo se hace cosmética natural?
Si bien hay muchas tiendas que apuestan por una belleza y cuidado ecológico, también podemos hacer nuestros propios productos en casa. Y es que para consentir a nuestro cuerpo, no necesitamos elaboraciones complicadas en laboratorios. Existen recetas que podemos crear de manera rápida y sencilla en casa. Y funciona para muchos productos, como limpiadores, hidratantes, desodorantes y champuces caseros.
Lo primero que necesitarás serán los ingredientes. Materia prima de origen animal y vegetal, extracto de rosas, cera de abeja, emulsionantes, aceites esenciales, fragancias naturales, etc.
Lo segundo que necesitarás serán recipientes donde vaciar los materiales seleccionados. Tercero, una cocina donde calentar, mezclar y posteriormente dejarlos reposar.
Es buena idea preparar tus propios productos de cosmética natural porque garantizas la presencia única y exclusiva de ingredientes orgánicos.