Como ya vimos en el artículo sobre la regla de las tres R, una de las acciones fundamentales para proteger nuestro medio ambiente es el reciclaje.
Sin embargo, también podemos reciclar por nosotros mismos de una forma diferente y divertida. Y es por esto que quiero empezar una nueva sección en el blog, la sección de reciclaje creativo, con la que los más pequeños de la casa (y los mayores también) podrán aprender a cuidar el planeta y a divertirse reciclando.
Para estrenar esta nueva sección, os traigo una manualidad muy sencilla de realizar: convertir una botella de plástico usada en una maceta funcional, en la que podrás plantar tus semillas para verlas germinar. Así es, en esta ocasión aprenderemos cómo hacer macetas a partir de botellas de plástico recicladas. Esta manualidad servirá para que los más pequeños se interesen por la naturaleza y aprendan a cuidar su propia planta. ¡Toma nota que empezamos!
Esta manualidad de reciclaje creativo puede ser realizada por niños bajo la supervisión de un adulto.
Cómo hacer una maceta con una botella de plástico
Hacer macetas reciclando botellas de plástico es muy fácil y divertido. Una vez terminadas, podemos plantar algunas semillas de nuestra planta favorita para ver cómo germinan y crecen los brotes.
Estos son los materiales necesarios para elaborar una maceta:
- 1 botella de plástico
- 2 tiras de tela (puedes cortarlas de trapos rotos o ropa vieja)
- Sustrato universal abonado (o tierra de jardín)
- Semillas
- Tijeras
Hacer una maceta reciclada paso por paso
1. Corta la botella de plástico por la mitad, trazando una circunferencia a media altura. Si eres el más peque de la casa, pide ayuda a alguien mayor para este paso. Comprueba que las dos partes de la botella encajan bien la una con la otra. La parte inferior será el depósito para el agua y la parte superior contendrá el sustrato para la planta.
2. Haz 3 orificios en la parte superior de la botella para que drene el agua sobrante y otros 2 pequeños agujeros en el tapón de la botella.
3. Coloca dos tiras de tela absorbente en el cuello de la botella y pásalas a través de los agujeros del tapón. Las tiras de tela servirán para que el agua del depósito entre en contacto con el sustrato de la maceta, permitiendo el riego de la planta.
4. Rellena la botella con sustrato universal abonado, o tierra de jardín si no dispones de él. Asegúrate de que el tapón de la botella está bien apretado y que las tiras de tela rellenan por completo los agujeros del tapón, para que no caiga demasiado sustrato en el depósito de agua y pueda absorber bien la humedad.
5. Siembra las semillas en tu nueva maceta. Dependiendo de la planta que vayas a cultivar, deberás presionar ligeramente las semillas con el dedo hasta que estén parcialmente enterradas en el sustrato o simplemente dejarlas sin enterrar sobre la superficie.
6. ¡Listo! Ya puedes disfrutar de tu maceta reciclada. No te olvides de cuidar bien las semillas para que germinen y tu planta crezca saludable.
Como ves, es muy fácil y divertido ayudar a preservar el medio ambiente con el reciclaje creativo. ¡Anímate y cuéntanos tus ideas creativas para reciclar!